Mi tío que es brasileño, pasa en pelotas el mes de abril.
Si con mi tío quieres estar, a Pelotas has de llegar.
Si con mi tío quieres comer, en Pelotas tiene que ser.
(Es mas). Si con mi tío quieres cenar, en pelotas tienes que estar.
Con Pelotas en minúscula mejora la canción, y da más risa. Pelotas es un estado que está en Brasil. 74 – 13 = 61 que hace que aprendí esta canción. Por aquella misma época en la plaza de España de Cieza, las niñas de unos 12, con las manos en las caderas, moviéndolas graciosamente, saltando, bailando acompañándose con su creativa canción, levantando sus faldas subrepticiamente, o sea, furtivamente (la palabrica se las trae) cuando cantaban: «Mi madre no está aquí, se ha ido a por el pan, las ligas las llevo puestas míralas que bien me están».
El guión es simple, en realidad venía de una copia sencilla del clásico can – can: «baile de alta energía y exigencia física que se convirtió en un conocido music hall en la década de 1.840, continuando su popularidad en el cabaré francés hasta nuestros días» y copiado por las niñas de Cieza no se sabe como, en 1.961. (Don Claudio y las monjas detrás)
El romance que bailaban «a la francesa» las ciezanitas reza así: «Unas medias me he comprado
con la peseta que me diste
no te las he enseñado
porque tú te fuiste.
Mi madre no está aquí
se ha ido a por el pan
Las ligas las llevo puestas
miralas que bien me están…»
La verdad, las chicas siempre han estado más informadas y programadas que los chicos en materia erótica. Y de pudor, pues ni te cuento amigo lector.
Lo que decía mi tío Pedro, unas fieras, como todas.