Helecho pequeño

Desde Ciudad Lineal, tiradas las calles a cordel, como le gustaba a Don Leopoldo O’Donnell y Jorís, hasta Lavapies en cuesta. Madrid me ha parecido muy limpio. Un regalo ver la capital del ¿reino? Aseada.

Una vez cosultada la almohada, menuda caca de partido Madrid-Betis. Lo curioso es que los hinchas no paraban de aplaudir. Les da lo mismo una mata que un tío. Ginés, nuestras respectivas y este cuerpo, deseando un partido noble de buen fútbol. Carlangas Ancelotti y Manuel no te arrimes a la parée Pellegrini, en un perfecto romanuesque pactaron un 0 a 0 con absoluto desprecio a una afición que aplaudía el tongo, y con cánticos. Antiguamente cuando habia tongo se cantaba ¡tongo! ¡tongo! Ahora no. No es correcto. Como viene siendo que somos campeones, pues a tragar con ruedas de molino, ea.

«Improbable» lector; el tonto yo, no puede ser. El campo hasta la bandera, festejando incluso la salida de Joaquín, que yo también hubiera aplaudido en condiciones mas honestas. Y Ana con cara de pocos amigos. Mas ágil que yo, en el primer 1/4 se sabía la peli. Yo qué sé…

El amanecer luminoso del sábado no amenazaba «para nada» la tormenta de verano que disfrutamos cuando te escribo. Vamos lector, como en septiembre, faltan las panochas asadas.

Café mañanero en casa de Nieves (en Madrid no se puede ir a pasar el finde al turún tuntún). Nieves es de La Rioja, ¡comprendes amiguete! Y vive en La Quinta de los Molinos

Cuando la madre de Nieves le regaló el pequeño helecho que puso en la repisa del lavabo del ahora «mi» cuarto de baño, éste pertenecía a las niñas mas o menos adolescentes. Ahora son madres estupendas. En algún momento cuando el cuarto de baño dejó de utilizarse por el vuelo de las mujeres de la casa, alguien trasladó a una maceta más grande al helecho. Nieves es ya abuela numerosa. El baño ahora es para uso de sus invitados. El helecho sigue allí.

Toooda la mañana del sábado para desayunar opíparamente y un objetivo al fondo: a las 13h «CANCIÓN«. En El Teatro del Barrio, en Lavapies. Y tras la actuación, posterior comida en el restaurante «Porfiados» de raigambre mixtura peruano/argentina y tan in. De modernos por Madrid y a dormir la siesta comme il faut.

«CANCIÓN» significa Cantemos Juntos y mucho mas. Hacía tiempo que no me emocionaba en el teatro, se lo dije a Almudena en la cena y lo vió tan normal. Como ella participa al tiempo en la farándula y en la Terapia Gestalt, pues… yo creí que le estaba diciendo el mayor elogio a su marido, el actor y autor de «Canción» Nacho Bilbao. Ella… tan campante. -normal, se pretende emocionar al espectador-.

-No si ya…-

En la obra, Nacho es capaz de hacernos segregar Oxitocina al respetable de forma colectiva. Mantiene un tono cordial durante toda la obra, salpicada de buen humor. Un esfuerzo tela. O no. Si pasas por Madrid no te la pierdas. Ah, Almudena es hija de Nieves. Esa es otra historia amigo lector.

Helecho mas crecido, afeitándote en la jungla

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