No ha mucho tiempo que descubría algo sobre mis gustos cafeteros. A mí verdaderamente lo que me gusta es el cortao. Me pasa lo que a un amigo con el vino. Le gusta mezclarlo con La Casera. Dice que le da un punto dulce neutro y que entre las burbujas, el vino se distrae. En el aperitivo… como si bebiera champagne. Al estar en su casa hace lo que le viene en gana.
No acaba aquí la historia, paciente lectora. Mi amigo, que vivía como modesto funcionario, dió en recibir un pastizal, herencia familiar de un tío abuelo, al consideraba bien. Tenían cierta afinidad mutua. Y era el pariente mas raro – mas que un perro verde- de toda la familia.
-Amiguete, ya bien puedes cambiar el Cariñena con La Casera del Mercadone por deliciosos champagneulles des mille boulles petillantes. Que cuando saltas por encima a La Viuda, sin despeinarte y silbando, la cosa se pone seria, eh.
-Pues fíjate que no me ha dao por ahí, sólo compro champagnes en ocasiones. Me ha dado por los vinos caros. Es divertidísimo. Matices asombrosos. Dos horas antes, sobre todo antes del aperitivo, dejo de fumar. Por sacarles más partido. Sólo alguna vez, por caro o raro, me ha salido alguna botella picada o no en muy buen estado. Como me los bebo con Casera pues…
-¡NO me digas que te tomas los vinos caros con La Casera!
-Bueno, hoy ando con un Le Bourg del 2016, éste va a ser un vino tinto con sifón; ni yo tengo lo que hay que tener… Te invito a que lo pruebes, podemos maridarlo con un queso que me acaban de enviar de Colombia, es un roquefort muy a la francesa. No te digo el precio. -Si será posible el tío… Y ¿puedo probarlo sin sifón antes del altercado..?
-si claro hombre-.
La mezcla BLEND ESPECIAL PRIMAVERA de Cafés Salzillo lleva de base el mejor café que se produce en Perú: Chanchamayo, según Antonio Pellicer «por sus frescas notas a flores, cacao y su brillante acidez». No si ya, -me parece algo sobreactuado-. Sigue el experto moderno, «que para suavizar la misma lo hemos combinado con cafés de Etiopía y de las Antillas, obteniendo así el equilibrio perfecto en taza».
«Ideal para tomarlo solo muy corto (Ristretto)» -le he quitado el acento al sólo, que el maestro cafetero añade, a la manera moderna-. Lo de suavizar la brillantez me recuerda a aquella señora de alto copete, mezcla de Sevilla y Dantown Abbey que quería un hijo brillante, como su padre, que en gloria esté y le salió el hijo mate. Esa es otra historia, ¿verdad amigos Manuel y Alfonso?
Mi cafetera, Saeco, regalazo de mi amigo Paco Rivas por mis 60, muele el café al grosor que tú elijas y con mas o menos carga. Justo antes de hacer tu café con la cantidad de volumen que le indiques y a la temperatura justa para que no hierva. A mejor calidad de grano, mejor p’a tí.
Cuando corto el café con una nube de leche, no dejo ni una sola vez, de pensar en mi gran amigo del vino tinto caro con sifón. Amigo de cuyo nombre no quiero acordarme.