Van diciendo los de la izquierda de la ESO (Los del Bachiller con 2 Reválidas no. Hay diversidad. ) que se debe cambiar el nombre de «discapacitades» por otro. Al parecer la palabra tiene connotaciones vejatorias. Lamentablemente, la próxima palabra, por el uso, representará a los discapacitados y se hará aborrecible. El cambio de palabra no mejorará el infortunio de ser discapacitado.

Creen que cambiando las palabras van a arreglar el mundo. Es como los veganos, que piensan que haciendo una masa con alfalfa y llamándole hamburguesa, tienen resuelto el problema de su antecesor cazador-recolector. Al vegano también le quedan muchas millas por recorrer.

Propongo desde mi despreciable concepto un Lenguaje eróticoinclusive. Cambiar las palabras del saludo, por ejemplo en vez de ¡Hola! decir ¡te amo! sería muy conveniente, así todos haríamos el amor con mucha más frecuencia e intensidad. Será la floración multicolor de los intercambios de pareja. Amor al turún tuntún y todos tan contentos.

Y crear una app para el si es si, y el no es no. Posiblemente ya exista. Yo ya ni me entero.

En nuestro Bachiller algunos, los de ciencias, aprendimos poca gramática. Sí nos quedó un fuerte regusto a respeto por la gramática. Entendíamos que un tullido es: «[persona o animal] que está imposibilitado para moverse o para mover alguno de sus miembros». Su condición no cambiaba, por mucho que se le cambiara el nombre a su desgraciada condicion. A los homosexuales les anda pasando lo mismo, si bien no tiene por qué ser una desgraciada condición.

Fumando un cigarrillo a medias

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