No ha mucho tiempo, algo soso, y a destiempo, me encontré desubicado.
Cosas propias de un corredor de fondo. ¡Qué paciencia con uno mismo!
Maria Ángeles estaba cansada y me lo explicó: «mejor te tratan justo al lado, en el Morales.»
Pepe Jr. Como siempre, me indica el lugar adecuado donde ubicarme.
Javi, acude presto al servicio, sabe su oficio y mezcla con habilidad el respeto y la confianza.
¿Qué quieres tomar Antonio? ¿Una cerveza?
Es que lo pregunta, el tío, muy bien.
Pues mira, no. Quiero un Dry Martini, que tengo la tarde/noche de soledad y buen humor.
Estimado Javi, es una respuesta trampa. Ah!
Tu ignoras que soy el que mejor construye los Dry Martini de mi calle, que tiene mas de 200 números. No te exagero.
Javier desaparce, tan campante. Conoce su oficio.
Al traerme el Dry, aparece como por encanto Pepe Jr. Se las sabe todas y matizamos sobre la botella de ginebra que ha de permanecer en el congelador.
«Las copas muy frias, con agua y cubitos mientras confeccionas el cóctel 🍸 la ginebra en el frigorífico desde que la compras».
El toque de Martini en el vaso mezclador sirve para enriquecer tanto el sabor como el aspecto de líquido metalico y frío.
Si Humphrey Bogart o Dean Martin fuesen de Murcia, seguramente habrían aromatizado la copa con un twist de corteza de limón.

En el Bar JAUJA al café Asiático, Nerea le pone un fino y larguísimo cordón de corteza de naranja, hábilmente confeccionado.
Ah, lector. Jamás pongas exprimido de cítricos a la ginebra, la enturbia.
De gin&tonic turbios está la vida llena. Esa es otra historia.

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