“La ingratitud es hija de la soberbia.”
( de Don Miguel)
Deleznable significa
que «es despreciable y no merece ser tenido en consideración.»
«Ésta práctica política del Partido Poular es deleznable.»
Cuando una respetable mujer Cayetana, te susurra al oído palabras que te conducen a pensar en el anterior entrecomillado:soy Ulises, navegando por un proceloso mar.
Cayetanta, ¿eres mi sirenita?
O, más ramplón, más tosco: Cayetana, ¿me estás llevando al huerto?
El título de tu libro es
«POLÍTICAMENTE INDESEABLE,» y una porra p’a tí.
«Tú, tú eres buena, tú…»(te dice Robert de Niro).
Ahora voy a ser petulante: te pareces a mi en lo de hablar, a veces, sin filtro. Escribes muy bien. Bueno, escribes mejor que yo, de aquí a Lima Y yo hablo tremendamente peor que tú.
Ahora.
Llévame a Oxford y verás como progreso en al menos un 24%.
Dices que imitas al ejercicio castrense en «la autoridad desde el ejemplo.» Deduzco que no has hecho la tesis doctoral en España.
Decirle a un político español tan singular frase. Significa el más grave insulto, a su inutilidad, incapacidad, falta de creencias y de nuevas ideas políticas etc. (Antes del cargo, hay que aprender, en la calle y estudiando).En general el poder, hoy, y sobre todo en cargos medios, está ocupado por gente que ha estudiado poco y ha medrado mucho. Y tú hala, venga a estudiar y de periodista por la calle.
Menuda frasecita.
Les gustaría a tus enemigos de partido convertirte en sirenita varada. Le dices a Casado, con lealtad, lo que mejor consideras para él y se comporta como un pardillo. Eso lo sabemos. Y el de Cieza con el video enchufado tras la cortina.
(Me hubiera gustado. Y esto es pura ficción, verte como Hamlet y Polonio. Esta vez sin confusión alguna).
Por tu enorme talento y por lo bien que luces, me pareces una tipa chévere.
Casi como a Cyrano de Bergerac, noble y «casi gastada» has concedido a los indeseables que te quiten hasta la gaviota. No tu penache. tampoco el Laurel, ni la rosa, tampoco tu daga florentina.
Anda, tira p’alante mujer.
Con todo mi respeto:
Tu Ulises. ©
P/D Continuará, amigo lector.