Buscando otro punto de vista.

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Lo mires por donde lo mires, el Trump este, no tiene remedio.


José Ortega y Gasset
, el filósofo español más influyente del siglo XX, intelectual , ensayista, periodista y filósofo, fue el principal exponente de la teoría del Perspectivismo.

El otro día escuchando a Juanjo Millás le oí, sin mencionar el concepto, hablar del Perspectivismo . Al comentárselo a mi esposa, filóloga con muy buenas notas, y alumna de “Don Mariano”, inmediatamente le vino a la memoria: “Perspectivismo y Contraste” libro de trascendencia obligada en los círculos orteguianos de los años 60 y 70. (Al parecer Don Quijote andaba por medio)

Perspectivismo y Contraste, Mariano Baquero Goyanes (1.963)

Ortega critica el dogmatismo y la creencia en verdades absolutas impuestas desde una sola visión o perspectiva . Trump, por su parte, ha promovido discursos excluyentes y ha despreciado el debate racional en favor de afirmaciones simplistas y emocionales. Su estilo de comunicación se basa en eslóganes, ataques personales y desinformación, lo que impide una integración de perspectivas que Ortega y Baquero considerarían esenciales para comprender la realidad de forma más completa.

La razón vital de Ortega implica que el pensamiento debe partir de la vida concreta y las circunstancias de cada individuo. Trump, sin embargo, ha tendido a ignorar o distorsionar la realidad para ajustarla a su narrativa política, sin atender a las circunstancias objetivas de la sociedad. Su negación del cambio climático, la manipulación de datos sobre la pandemia de COVID-19 y la promoción de teorías de conspiración van en contra de la idea orteguiana de que cada perspectiva debe contribuir a un conocimiento más amplio y veraz.

En La rebelión de las masas, Ortega advierte sobre el peligro de una sociedad donde los individuos dejan de cuestionar y simplemente siguen a un líder carismático que les ofrece respuestas fáciles. Trump ha sabido explotar esta dinámica, convirtiéndose en un líder populista que apela a las emociones de sus seguidores sin necesidad de argumentos sólidos. Ortega advertiría que este tipo de liderazgo empobrece la vida intelectual y política, ya que no fomenta la reflexión ni el pluralismo de ideas.

Tanto Baquero como Ortega rechazan el objetivismo absoluto y el relativismo oportunista. En cambio, abogan por una visión en la que las distintas perspectivas deben dialogar y complementarse. Trump, en contraste, ha utilizado un relativismo oportunista en el que la verdad se convierte en una herramienta de poder más que en un ideal a alcanzar. Su uso del término fake news para descalificar cualquier información que le sea desfavorable es un claro ejemplo de cómo su postura no busca ampliar el conocimiento, sino imponer su propia versión de la realidad.

De izquierda a derecha: una persona, un genares de tomo y lomo y un esquimal segundón

La figura de Trump representa un ejemplo de lo que sucede cuando se impone una visión unilateral y se rechazan otras perspectivas en lugar de integrarlas.

Ortega y Baquero defenderían una política basada en el diálogo, la razón y la convivencia de múltiples visiones, mientras que Trump ha fomentado la polarización, el dogmatismo y la manipulación de la información. En este sentido, su estilo de liderazgo se aleja radicalmente de un pensamiento enriquecido por la diversidad de perspectivas.

Resumiendo, como sabes distinguida lectora, este genares de tomo y lomo nos va a estar haciendo, por decirlo suave, la puñeta, al menos cuatro años. A saber qué es lo que irán a votar los americanos de aquí a cuatro años.

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