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Y si son de Bilbao no te digo…
Aitor, el primer Vasco, es un camarero joven y distinguido de Don Jamón, está recuperando la lectura y ha comenzado con La casa de los espiritus de Isabel Allende. Novelón. La está leyendo al alimón con una amiga, y van comentando cómo transcurre el relato. Supongo que el libro de la estupenda escritora hará que la amistad entre los dos jóvenes prospere adecuadamente.
La gente joven recupera la lectura. Ayer, con mi amigo Pepe Antolinos, fuimos a La Casa del Libro para encargar dos ejemplares de Las Recetas de la Abuela, de Máxima Cuesta, (Editorial CLAN). Al parecer la última edición está agotada. Hay prevista una próxima.
Pues mira, estimado lector, la librería estaba bien nutrida de gente joven de ambos sexos. Ante la ausencia de ruidos y el interesado comportamiento civilizado del personal -los únicos señores mayores que había en la librería, éramos Pepe y yo- comentamos: -¿Qué ejemplo están ofreciendo los políticos a los jóvenes?- -Ná-.
Hace 40 años que la Bola de Cristal ofrecía una imagen de borregos que no leían y otra de Chaplin que sí leía.
Me viene a la memoria, en época del Presidente Suárez, un duro comentario que su ministro Joaquín Garrigues Walker hizo sobre Adolfo, por supuestísimo en la más estricta intimidad. -«Éste sólo lee libros de animales-«. Inolvidable.
Así las cosas, Aitor, el primer Vasco de raíz- su madre es de Bilbao- no renuncia a seguir aprendiendo, a potenciar sus capacidades. Me dice a propósito de mi relato sobre La Tabernita, que desconoce la costa murciana.
Hay cosas que puedo contarle, desde Cabo de Palos hasta Cartagena y su Campo, pasando por el Mar Menor. La diversidad de matices y contrastes es para ir bien asesorado a una, (ah! se me olvidaba, las Salinas de San Pedro y las de Marchamalo) o varias excursiones.
A todos nuestros políticos, con lo de la Región Valenciana, les ha caído la del pulpo. Le van a entrar las guantás hasta en el DNI, y sin decir basta.
Y El Obispo de Canterbury dimite enredao entre pililas. Tampoco está de más el jaque mate de Rufián a los políticos.
Anda y que los ondulen con la permanén.
«La casa de los espiritus «está clasificada dentro del realismo mágico. La novela incorpora elementos inverosímiles y extraños a lo ordinario». Google.