A Tere Ponce
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Salgo a fumar al balcón de la casa de Ana, el panorama es constante. La avenida de la Constitución hasta pasada la medianoche mantiene un ritmo de polución acústica y de gases por encima de la media de la ciudad. El trajín de autobuses es perseverante, insistente. Los autobuses amarillos, largos, provocadores de vibraciones en los edificios por donde pasan nada higiénicos, ruidosos hasta decir basta; quemando gasoil a cascoporro. Se identifican por sus matrículas del año del catapún. La falta de sensibilidad del concejal de turno en connivencia con nuestro malferido Alcalde, no tiene nombre; llevan años de obsolescencia y no los tiran a la chatarra, vaya Vd. a saber por qué.
Al tiempo, multitud de peatones respirando el gasoil quemado por el constante tráfico deambulan a paso ligero por las aceras. El Ayuntamiento ha puesto recientemente unos bancos de madera muy monísimos. Estimado lector, no te aconsejo que te sientes. En media hora de estancia en el banco, pueden diagnosticarte una EPOC de tomo y lomo, sobre todo si no has fumado en tu vida.
El 24% de los transeúntes suele ir con la cabeza agachada, andando y pendientes del móvil. Hoy he salido a fumar al balcón a las 9 de este cálido y ya casi acabado atardecer. A los móvil dependientes les ha dado igual la propuesta de silencio informático en recuerdo de la atrocidad que vive Gaza. He esperado, distraído, contando a los paisanos que utilizaban el móvil de 9 a 9 y 1/2.
El mismo 24% de siempre. A las 9 y 35′ me he puesto a escribir.
No creo que recibas ni un relato mío entre las 9 y las 9, 30.
Creo que ningún zagal ha dejado de saber lo del silencio informático a favor de Gaza. Tienen una capacidad de información que no veas.
Si me he enterado yo, se ha enterado el lucero del Alba.
Creo que lo de Gaza les importa un pimiento: ande yo con mi móvil y a Gaza que le den viento.
Muy bueno