UN BEBISTRAJO DE GINEBRA

Dry Martini Cocktail, tan frío como pueda la astucia del barman. Hasta alcanzar un color blanco metálico, entre la plata bien abrillantada y el acero inoxidable.
Se cortan trozos de corteza de limón, no muy grandes, según el número de personas. Y se reservarán los trozos para el último toque.
No es p’a tanto hacerlo bien:
La ginebra en el congelador desde su compra.
Las copas con agua helada mediante algunos cubitos, antes de iniciar el vertido en el vaso mezclador. Con abundante hielo y la
cantidad de ginebra adecuada:
Una medida generosa de ginebra por persona. Y un solo toque de Dry Martini, para toda la cantidad de ginebra del vaso.
Una vez vaciadas de agua las copas, se sive el cocktail, sin que caigan los cubitos a la copa.
Y un twist de la cortezas de limón rociando la superficie del cocktail, dejando o no, la corteza en la copa.
No tiene ninguna dificultad.
Puede tenerla, sólo si, amigo lector, no te gusta la ginebra fría. O no has previsto tener una cebolleta, o una oliva pinchá en un palillo.

Entradas relacionadas