Estate atento hombre

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Dos gin&tonics a la manera de Abelardo, en una mesa de terraza; frente a frente, en un atardecer con un amenazador cielo color gris plomo, que se queda en cuatro gotas exactas, mientras maese Aitor despliega inútilmente el amplio toldo de Don Jamón. No está por la labor de explicar a las tres parroquianas, que piden con urgencia que ponga el toldo inmediatamente. Nosotros ni nos inmutamos estando al descubierto. Sólo han caído las dos primeras gotas. Las estresadas parroquianas no saben que se van a contar con los dedos de una mano, y que van a ser cuatro gotas, no más. Mi celular avisa inexorable de que son las 21 menos 5. Es la hora de desconectar el móvil, por Gaza. Al tiempo mi respetado concuñado Abelardo, me dispara: -¿estás por la cultura woke?-… mientras saca de su caja metálica un cigarrillo que enciende donosamente.

-¿Heinn?… A mí el Woke ese me suena…

-lo digo por si eres consciente de que con tu actitud de protesta en favor de Gaza estás participando de la cultura woke-

Un trago largo del refresco y un cigarrillo, por el mecanismo de encender. Adquiero una postura de total atención:

-jo, mejor me explicas de qué estamos hablando-

WOKE, en afroamericano significa despierto

-Woke es un adjetivo derivado del inglés afroamericano, se utiliza desde la década de 1930 o incluso antes, para referirse a la concienciación sobre los prejuicios y la discriminación racial, a menudo en el contexto de «mantente despierto». El término adquirió connotaciones políticas en la década de 1970 y ganó mayor popularidad en la década de 2010 con la etiqueta “#staywoke”.

-Y?… alguna campana he oido… la verdad, no lo tengo claro-.

Con un leve movimiento de barbilla, para reafirmar la insinuación, comienza a enviar un mensaje. -No apagues el móvil todavía, espera un segundo-. Al instante recibo un mensaje:

  “La cultura woke: ¿Por qué debería importarnos?» 

“Es un trabajo académico, que examina el fenómeno de la cultura woke desde una perspectiva crítica”.

Guardo el mensaje y apago mi móvil. Gaza se merece algo más.

-Hombre me viene muy bien el artículo, lo leeré en casa con atención –

Nos pusimos a contar las gotas que nos caían muy distanciadas.

-Llevo tres-

-yo cuatro-

-ahora yo también-

Y dejó de llover.

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