Pues no, Teodoro es un nombre sonoro,contundente, así hablan en Cieza. Gritan para decir te quiero, y si es: «más que a mi vida», las cuerdas vocales corren un riesgo importante. Cuando hablan a tu lado, es como si estuvieran situados en la Atalaya. En los bares la cerveza se dispara como el agua en el cañón de Almadenes, y si las conversaciones, todas a la vez, elevan l’esprit du copains y el volumen correspondiente a cotas impropias de la capacidad fisiológica de la garganta, surge el -mira que fino este qu’ha venío.- Que con un volumen de voz muy superior, advierte: -Vaya un follaero que tenéis.-
«Improbable lector,» vuelve a la frase anterior, léela a grito pelao, a lo noruego. Quiero decir a lo Edvard Munch.
De Teleco, Acuario y de Cieza, casi nadie al aparato. Yo lo veo más controlador aéreo que
político ejemplar. «Este chito tan listo va a llegar lejos» dijo mi prima Helena, de Cieza capital, y que si no se hubiera ido al Gorgotón a darse un capuzón, sería ahora Inspectora Jefe de Policía jubilada.
Ay Teodoro:
«Su actividad investigadora se centra en el procesado de señal cerebral, el control, la automática y las redes inalámbricas. También realizó estudios en marketing político y gestión de proyectos por la Universidad George Washington así como un programa de liderazgo de gestión pública en IESE. Es profesor asociado del Grado en Ingeniería deTelecomunicación en la UCAM.» (La Wikipedia).
Un controlador eficaz. Y más friki de lo que parece.
«¿Habéis visto al friki de la pajarita y los calcetines blancos?»
No si ya.

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