Cenizas, brea y plumas.

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A Nuria

Arde media España y «tol mundo es güeno». La madre que parió a los de Europa, regulando el campo gallego o murciano al unísono, como si estuviéramos en Rotterdam o algo por el estilo. Me cago en el cambio climático y en la falta de limpieza de la broza de los montes. Los políticos modernos, súper ecologistas desconocen la palabra majencar. Estimado lector, busca en la RAE : «Majencar»; es un verbo transitivo que significa labrar la tierra de forma superficial y quitar las malas hierbas. Igualico, igualico,¹ al tiempo se va al monte y se quita la broza, que antes de los pseudoecologistas era más fácil porque las vacas y las ovejas te hacían parte del trabajo. En Xares, sin ir mas lejos, los caballos salvajes  se lo curran todavía. Ser moderno no es necesariamente ser un lumbreras y, si se es consejero o concejal de Vox y la partida para tauromaquia es muy superior a la partida para la prevención de incendios, no le ha de extrañar que alguien le diga que apaguen el fuego los toreros.

El grave error, posiblemente mal interpretado de prohibir quitar maleza, broza y la poda de los árboles para evitar incendios, ha provocado en Italia, Portugal, Francia, Grecia y España este follaero disparatado de incendios forestales. Está claro que este verano hay… bueno había, en el monte más maleza que nunca.

Me gustaría ver a los responsables de este tremendo error untados de brea de arriba a bajo, llenos de plumas de todas las aves muertas y una capa de ceniza de los árboles quemados. ¡Qué bien les vino a consejeros autonómicos, alcaldes y concejales la mierda¿? de directiva europea¿?… Y nadie sabe nada. Pregúntale a los parroquianos que desde niños aprendieron a limpiar el monte y crear cortafuegos adecuados. ¿Por qué no salen en la tele?

Asequible lector, ahora es fácil encontrar la columna del simpar Juan José Millás del
14 AGO 2025 titulado:
«Arde lo público»

«Arde el monte abandonado, arde la encina centenaria dejada de la mano de Dios, arde la mezquita de Córdoba, utilizada de almacén, arden las Médulas, sin un plan de protección integral contra el fuego»… (Arde todo, muy conveniente de leer lo que arde…)  
… Ardemos en medio de un humo de resignación. Arde lo público y en sus llamas se abrasan los contribuyentes y sus bienes».

Y el malo de la película es el cambio climático. La falta de presupuestos para limpiar el monte, eso ni se comenta. Más de uno tendría que aparecer en la tele, cubierto de brea, plumas y ceniza de sus montes tan lejanos este invierno, y ahora poniendo cara de gilipollas.

Las partidas del presupuesto para la prevención del fuego, estimado lector, no es otra historia. Cagontó.