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A Don Francisco Soto, primer prof. de Algebra
Lo que mi amigo Paco, y alguno mas de nosotros, no soportamos es la expresión de pena, el lamento y otras muestras de aflicción, sin llegar al gemido, eso sí, con voz lastimosa, motivada por una pena injustificada, cuando hablan de y desde su trabajo privilegiado.

Ya se que el funcionario que así se comporta sale a las tres y come a las dos en su casa tan ricamente. Eso no quita para que despotrique de los políticos del bando contrario a su ideologia.
Simplificando bastante, podemos organizarnos en un conjunto A universal de trabajadores. Al subconjunto A1 pertenecen los elementos que tienen un puesto de trabajo ganado por oposición. Hay muchos subconjuntos con características de trabajo muy diversas. Hasta el subconjunto de trabajadores mal pagados y encima puteados con horarios salvajes. (También hay un conjunto con muchos subconjuntos para empresarios).
Hay subconjuntos que tienen el descontento asegurado por las características de su trabajo en condiciones miserables, gente joven con sueldos inútiles para emanciparse de sus familias. Insatisfechos con razón.
Ahora bien, el trabajador que pertenece al subconjunto A1, y que al poco de iniciar el gin & tonic comienza a manifestar su descontento con todo lo que le rodea , poniendo de manifiesto su falta de agudeza y su falta de capacidad para pensar de forma perspicaz, es insoportable. Habla tan campante y con un tono de lo mas recalcitrante. Te convierte una sobremesa en una pesadumbre.Ese, estimado lector, que se pague él mismo los gin & tonics.