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De derechas de toda la vida
Parecen modernas -mira a doña fulanita, si será moderna que tiene a sus dos hijas en la Universidad. Una en tercero de derecho y la otra en primero de filosofía. La mayor tiene ya un novio que no veas, en quinto de derecho, y su padre tiene la mejor constructora de la Región, y el chiquillo no para de sacar matrículas de honor-.
Si. Que digo yo… que así es muy difícil ser de izquierdas. A no ser que vayas para ministro.
Y ahora viene el contraste; observo cierta precariedad intelectual en los últimos y recientemente incorporados posibles votantes de Vox.

He aquí algunos factores, paciente lector, que pueden llevar a personas con recursos intelectuales y/o económicos limitados, a votar a la derecha o incluso a un partido como Vox.
Posiblemente, la “percepción de amenaza o inseguridad” sea, a mis cortas luces, la razón principal. Si alguien cree que su situación económica está siendo amenazada (por ejemplo, por competencia laboral, por inmigración, precariedad, falta de protección) puede sentirse más atraído por propuestas que ofrezcan un discurso de “defensa” del empleo local, mejor control fronterizo o seguridad, incluso si esas políticas no necesariamente mejoran su situación directa.
El voto “útil” o estratégico: votar como señal de protesta o para que su voto “cuente”..
He buscado los datos más recientes (hasta 2025) mediante la IA. Hay indicios de que Vox ha ido aumentando su presencia incluso entre sectores más desfavorecidos, aunque con ciertas matizaciones.
Lo que muestran los datos recientes.
“Crecimiento transversal con énfasis en sectores humildes. En un artículo de El País de septiembre de 2025, se afirma que Vox ha logrado avances que son “transversales, pero destaca su crecimiento entre hombres y mujeres jóvenes” y se analiza también por “clase social”. Se observa un avance entre obreros, parados y trabajadores de baja cualificación Un dato muy llamativo: Vox ha escalado en intención de voto entre los desempleados y entre los trabajadores con ocupaciones menos calificadas, según datos del CIS de 2025. También en ocupaciones laborales: “suboficiales, operarios y artesanos”, Vox aparece con un 25,8 % frente a PSOE y PP. Entre desempleados, la intención de voto a Vox se sitúa en un 23,2 %. En sectores agrícolas, forestales o pesca, Vox también crece mucho en un mes (del 2,7 % al 27,5 %).
Datos municipales y por renta: (2025). “Vox se hizo fuerte en el 20 por ciento más pobre del país” y que en las franjas más desfavorecidas en ingresos (10 % y 20 % más pobres), el 15 % de los residentes eligieron la papeleta de la ultraderecha. También indican que cuando la tasa de paro en el municipio es alta (superior al 19 %), el porcentaje de voto a Vox crece (14 %).
Desafección con la izquierda: Muchos antiguos votantes del PSOE o incluso de Podemos sienten que ya no se les escucha. El mensaje de “ley y orden” cala. Vox ofrece certezas: patria, autoridad, fronteras, familia tradicional… Es un discurso simple, pero emocionalmente poderoso.
Desconfianza hacia las élites: Vox se presenta como «antisistema», a pesar de no serlo. Denuncia “el consenso progre”, “los medios vendidos”, “los políticos corruptos”. Para quien vive con frustración o siente que no avanza, el discurso de Vox da una sensación de revancha..
La precariedad no entiende de ideologías, entiende el tono del discurso. Y Vox, o a quien corresponda mañana, sabe dar el tono adecuado del hartazgo que corre por Europa.

No se vota siempre con la decrepitud, se vota también con la rabia, el miedo y el deseo de ser vistos.
Así se vota hoy en muchos rincones de España y de Europa: no por convicción, sino por cansancio; no por esperanza, sino por despecho. El voto del que menos tiene es, quizá, la última poesía lírica y política del país: una poesía de miseria y palabras tristemente agrias.
-Soy pobre; y de derechas-: Un Oxímoron como la copa de un pino.

Aquí ya no hay problema de votaciones. Esta despoblación, pacientísimo lector, es otra historia.