Amanece y tal

3 minutos

A Vicente, que de Italia sabe. Unos tienen la fama y otros cardan la lana

«Un mundo feliz es la novela más famosa del escritor británico  Aldous Huxley, publicada en 1932. La novela es una distopía que anticipa el desarrollo en tecnología reproductiva, cultivos humanos, hipnopedia (el aprendizaje a través del sueño) y manejo de las emociones, por medio de drogas (soma) que, combinadas, cambian radicalmente la sociedad hacia un mundo feliz.» (De la Wiki, más o menos)

Las distopías más famosas, a menudo consideradas obras fundacionales del género, incluyen «1984» de George Orwell, «Un mundo feliz» de Aldous Huxley y «Fahrenheit 451″ de Ray Bradbury. Otras obras distópicas muy conocidas son «El cuento de la criada» de Margaret Atwood y «Los juegos del hambre» de Suzanne Collins. 

Aldous Huxley afirmaba que los que apenas salen de su domicilio, acaban viendo la vida por un agujero.  Viajar amplia la mente. Huxley viene a decir que el viaje (no el turístico programado, evidentemente) enseña, que lo que creíamos saber de otros lugares era apenas una sombra. La luz sólo aparece cuando caminamos por sus calles y contactamos con su gente.

¿Se te ocurre, estimado lector, crear una distopía en donde el fondo fuera una secuencia constante de amaneceres y atardeceres en el Mar  Menor?

Un futuro deshumanizado, osea, un proceso mediante el cual un grupo de personas pierden o son despojados de sus características humanas. Y todo esto envuelto en un mágico y futuro Mar Menor que no cesa en provocar luces y sombras de ocasos rojos y amaneceres color melocotón. Daría más que para un relato corto o un cortometraje.

“Viajar es abrir los ojos y descubrir que las ideas que los hombres guardaban sobre otros paisajes eran solo dibujos mal trazados.” “Al viajar uno comprende que cada tierra es distinta de como nos la contaron, y que la verdad vive en el corazón de quienes la habitan.”  “El viaje enseña que lo que creíamos saber de otros lugares era apenas una sombra, y que la luz sólo aparece cuando caminamos por sus calles.”(Huxley).

El Mar Menor no es una excepción. La Encañizada con sus recovecos, el paseo hasta el segundo molino, disfrutando de las aguas tranquilas a ambos lados, la recogida de los langostinos… tantas cosas que desde la infancia hemos disfrutado que, acordándome de las palabras de Aldous Huxley, pienso que el viaje no tiene necesariamente que ser de muchos kilómetros, basta con acudir a los sitios adecuados con ojos ingenuos y la atención despierta.

Hacer un cortometraje distópico en el Mar Menor, es, amable lector, otra historia.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *