«A TOPE»… DESDE PRADA AL VENEZUELA.

O, buscando «Caldo de Vendimia»

                                        3 minutos y 1/2

(861,1 km separan a estos dos  profesionales de la gastronomía española).

A Jose Antonio, alma del Restaurante Venezuela en Lo Pagan… Pasando por Cándido en Segovia, naturalmente  hombre.

Ni Prada ni Jose precisan  estrellas del gordito Michelin… Brillan con luz propia. Del Sureste al Noroeste: 669 Km en avioneta o en linea recta, ea.

Con Prada «a tope». Lástima del contraluz de la fotografía, no se ve bien el «a tope a tope». Dejo, estimado lector, a tu imaginación la percepción de pura energía que emana Jose Luís Prada. Entre tanto kilómetro de distancia, me ocupo de ponerlo en contacto mediante este relato breve con Jose Antonio del Venezuela, justo en un trazado en diagonal de «la piel de toro», haciendo fonda en Cándido, de Segovia, naturalmente.

Vamos al Bierzo y, como es natural en mí, hago parada y fonda en Segovia, y de paso como cochinillo en Casa Cándido. Siempre, bueno, casi siempre, hay un paisano en la tertulia que dispara: «en Segovia está Casa yo qué sé, donde se come un cochinillo mejor y más barato», (como no le hago ni puto caso, nunca me entero del nombre del restaurante). Con la frialdad que me caracteriza, respondo: -¿se ve el acueducto?

-No-. Dice el paisano.

Provoco un silencio atronador durante un tiempo prudencial…

-Yo es que voy a comer cochinillo y reservo una mesa que tras la ventana se ve el Acueducto-…

(Silencio en Los Cármenes). Un día voy a prestar atención y me voy a aprender el nombre del restaurante ese, más barato. Ea.

Saludo a José Luis Prada, explicando  que vengo desde Murcia deseando probar su excelente «Caldo de Vendimia», la respuesta es: -«A tóope»-.

El caldo de vendimia sabe a la linde del Bierzo con Galicia, un suave toque a unto gallego que te va ganando poco a poco mientras lo saboreas. Delicioso.

Un sobrecito de azúcar.                    Si te fijas, lector, José Luis Prada escribe la  t como Sara Montiel, con el grafismo de una línea horizontal más larga de lo normal, que la cruza en la parte superior.

Espero ir al Venezuela dentro de muy poco. Aprovecharé para convencer a Jose de que en los escasos días de frío húmedo del invierno marmenorense sirva, como excepción, un caldo gallego con un suave sabor a unto. Yo al menos se lo agradecería, eso sí, casi libre de grasa. Por lo fino.

  • 500 g de falda o costilla de ternera
  • 200 g de espinazo de cerdo salado
  • 200 g de oreja salada
  • 200 g de panceta salada
  • 100 g de unto de cerdo
  • 200 g de codillo de cerdo curado
  • 2 huesos de ternera
  • 150 g de alubias
  • 200 g de patatas
  • Un manojo de berzas
  • Sal

Allí tambien tendré una conversación con Juan P. Serra, si puede ser, sobre una magnífica artista del Bierzo. Le propondré una exposición que puede ser memorable. Y si no es en el Restaurante, hablaremos en Murcia. Esa, estimado lector es otra historia.

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